martes, 29 de enero de 2013

Lector de tiempo completo. Los libros del 2012

Regresando a la crisis de los libros, la semana pasada tuve otra. Con retraso en el reloj, el cabello desecho y los nuevo cinco kilos que me cargo gracias a las comidas familiares (que me restan velocidad, estoy segurísimo) aprecié en este panóptico matutino la habitación propia, mi mundo colapsó, "piensa que es de noche, piensa que es de noche y de noche tienes tiempo para todo y al final no haces nada", me repetía en la cabeza como mantra que estabiliza, y funcionó, al menos hasta que salí de casa y emprendí el viaje a Cuernavaca.


Mañana será un nuevo día y espero poder despertarme a buena hora, lo único que deseo es tener tiempo para mí y mis libros. No entiendo de qué manera un nini como yo no consigue darse el tiempo para "las actividades de MI vida" (las actividades para las que deseas vivir), remitiéndome a cosas básicas: leer, ver cine y escribir, es todo lo que quiero en mis ratos a solas, y es curioso que alguien tan solitario como yo se encuentre amedrentado por la compañía en los últimos... ¿meses?... ¿años?

Pasando la etapa a lo Emily Dickinson, cuando no salía nunca de casa y tenía el mínimo contacto con la gente, que duró quizá... ¿hasta los 20 años? ahora no sé cómo reacomodar las prioridades, ¿y después cuando tenga trabajo estable, cuando no sea escritor nocturno, pseudo ama de casa diurna?, ¿tendré tiempo para el cine, para los libros? esa cobardía mía de temer al transcurrir de las horas sin aparente productividad, sin ocupación en algo que me baste a mí.

Recientemente en la revista "La Tempestad" hablan mucho del arte como vida, del arte en lo cotidiano, en la acción que supera al objeto y otras cosas que me parece ya un poco manoseadas pero necesarias en los debates diarios de cualquier artista o interesado en el arte en general; no obstante llego a las entrevistas con Abraham Cruz Villegas con comentarios sobre sus nuevas piezas transportables, intentando usar el mínimo de presupuesto posible, la falta de horarios para crear piezas y frases como "el arte tiene como causa y finalidad la generación de conocimiento, más que de bienes o productos", entonces lo amo, pero cuando comenta que busca regresar a las piezas de materiales precarios (con los que trabajó a inicios de su carrera, por su presupuesto) pienso si acaso la elección de su método actual no es risible en comparación con la imposición de mí método actual (y el de muchos otros artistas en mi situación precaria), entonces regreso a mis pensamientos de alumno de primer semestre, donde creo que el arte es un poco de todo pero dicho con filosofía (¿poesía?), hecho con decisión y también un poquito de altanería. Después concluyo que Villegas se da el lujo de producir de esa manera, y me suena tosca y pedante mi resolución. ¿Se da el lujo de trabajar como cuando era estudiante ahora que no lo requiere (pero lo pinta como nuevo discurso de piezas autosustentables y llenas de conocimiento/concepto), de no ponerse esquemas u horarios para producir (porque obviamente no tiene que hacerle de limpiadora de pisos como muchos de nosotros), por viajar de aquí para allá...? es como cuando Sergio Pitol dijo que le encantaba llevar la cultura de México a otros países y por eso viajaba mucho, ¡pues claro que a muchos nos gustaría llevar la cultura a otros lados y viajar! pero sencillamente no siempre (o casi nunca) se puede.

Mi conclusión ahora me parece grotesca porque se sustenta en mis celos y envidia, allá Cruz Villegas pinta el nuevo concepto (cargar piezas desmontalbles, precarias, casi estudiantiles) como algo pensado, mientras otros más allá de pensarlo sólo lo vivimos, conscientes o no de la situación, no tenemos más opción. Es absurdo que me irrite por algo así, pero es como el artículo que publicaron sobre Luis Felipe Ortega y su casa como estudio, su estudio como casa... ¿en verdad? conozco docenas de estudiantes de arte que su casa (el cuarto propio) es el estudio, y muchos deben sustituir la cama por el caballete, en mi caso he usado el piso de mi habitación como el único e indeleble restirador. La diferencia es que ellos son artistas de renombre y si dicen que la cama funciona como marco performativo del sexo, la masturbación o los gases nocturnos, entonces lo es (ahora me siento como estudiante de historia del arte, todo amargado) y es que la intención, el discurso y quién lo profiera, así como la retórica que se emplee, son el detonante en una época del arte marcada por el proceso y el concepto. El asunto no me enfada, pero igual se debe cuestionar ¿no?

Justo hace unas horas pensaba que si creaba un buen concepto en torno a mi lectura diaria, a mi ocupación de lector de tiempo completo ("tiempo completo" dicho con más ansias que otra cosa) podría sacar una pieza y decir: leer es arte. Sin embargo no soy tan ágil o inteligente, lo mío se queda en el reproche ocasional y en la simple acción, o sea, leer.

Y todo esto ¿para qué?

Para dejarles la lista de libros que leí en el 2012, no puedo comentarlos, sólo pondré en rojo los que más me agradaron (cuestión de gustos), y agregaré algún comentario extra si lo creo pertinente, sólo porque lo merecen y más que nada, porque tengo ganas :)

1.- El color prohibido – Yukio Mishima.

2.- Verdad y crítica – Barthes (creo es necesario para cualquier teórico y crítico, en general, sin embargo no me apasionó). 

3.- La mecánica del corazón – Mathias Malzieu.

4.- Existencialismo es un humanismo – Sartre (Sartre me ilumina, aunque "La náusea" no terminó de fascinarme) 

5.- La náusea – Sartre.

6.- Lo peor de todo – Ray Loriga (Loriga es uno de los autores actuales que se deben tener en la mira)

7.- Dulces mimosas – Dante Bertini (muero por conseguir más libros de Dante, siempre que visito las librerías espero poder encontrarme con algo de él, próximamente caerá, yo lo sé, no dejen de revisar cualquier cosa de él) 

8.- Cuando cae la noche – Michael Cunningham (Cunningham es uno de mis autores favoritos. En esta novela hace un homenaje a Thomas Mann, Joyce y Woolf, me apasionó y es de mis libros predilectos del año, sobre todo por su retrato del mundo del arte y las relaciones de pareja largas)

9.- Tiro libre – Antonio Skármeta

10.- La letra escarlata – Nathaniel Hawthorne (temo decir que no me atrapó, estimo mucho a Hawthorne, sobre todo por exponer el subyugamiento de la mujer en una sociedad patriarcal, pero me temo que sus personajes son santas tachadas de putas y no se aleja demasiado de los estándares de la feminidad vendida por la visión netamente masculina, no obstante no es un autor que haya leído, esta es la única novela que tengo de él y en una recopilación leí un relato corto suyo, me falta estudiar más su obra, pero no me atrae del todo).  

11.- Forjando patria – Manuel Gambio (hueva total, tiene algunos capítulos salvables, lo mejor es su concepto de la visión europea que impera en latinoamérica, concepto que otros teóricos actuales han retomado una y otra vez, lo leí porque lo compré hace años para mi materia de "Historia del arte mexicano", y no me agrada dejar libros sin leer, me ayuda a ser disciplinado, al menos en la lectura).

12.- El arte con relación a la arquitectura. La arquitectura con relación – Dan Graham. (¡lúcido!)

13.- La raza cósmica – José Vasconcelos.

14.- La perra de Alejandría – Pilar Pedraza (hasta la fecha, mi novela favorita de Pilar, todo lo de ella me gusta, pero esta más por su contenido gore).

15.- Diego de Montparnase – Olivier Debroise.

16.- Deseo – Elfriede Jelinek. (sin duda alguna uno de los libros más difíciles que leí, pero también de los más apasionantes a un nivel literario que no puedo describir, Jelinek es ahora una de mis escritoras favoritas y ansío leer más de ella).

                                               

17.- Diarios de Carrie – Candance Bushnell.

18.- La dama de blanco – Wilkie Collins. (lo disfruté, pero al inicio no me atrapó, sin embargo es un libro inteligente y con personajes femeninos entrañables, imperdible). 

19.- Cuentos completos – Oscar Wilde. (de esas cosas bellas en la vida).

20.- Cumpleaños – Carlos Fuentes.

21.- Manifiesto Contrasexual – Beatriz Preciado (¡necesario!).

22.- El entusiasmo – Antonio Skármeta.

23.- Terror anal – Beatriz Preciado (es un librito pequeño, es la segunda vez que me lo leo y siempre tengo la necesidad de regresar a él para que la Preciado me aclare varias cosas).

24.- Máquinas de amar – Pilar Pedraza (Pilar es ya una de mis escritoras favoritas, se podrán dar cuenta que en el 2012 fue a quién más leí. Este libro me ayudó a comprender muchos aspectos del cine y la literatura misógina así como los retos del feminismo actual, de ironizar el activismo y jugar con el ensayo y la ficción. También es un libro y punto de inflexión en mi estudio actual sobre las prostitutas en el cine, Pilar me ha dado la pauta).

25.- La dama de la torre –Jean Playdi. (es un libro sobado y malito, la verdad, la Playdi hace de sus personajes lo mismo: todas son buenas de corazón inducidas por una sociedad masculina cargante, ellas sólo quieren ser felices y hacer felices a los demás, va, Playdi quiere ser una Edith Wharton pero no lo logra, y a la altura de su carrera... jamás lo logrará, parece que quiere ser una feminista de clóset, pero más bien es mujerista de propaganda, un entretenimiento medio soso y bastante caro, sus libros son caros, lo bueno es que a mí me lo regalaron y lo agradezco, porque tenía muchas ganas de leerlo).

                                   

26.- El príncipe de la niebla – Carlos Ruiz Zafón.

27.- Necrópolis – Pilar Pedraza. 

28.- Urbanismo situacionista – Gilles Ivain. (lo lees en media hora, de apenas unas treinta páginas que estoy dispuesto a repetir una y otra vez para entender mejor lo que dice e ir reinterpretando el discurso aplicado a mi vida)

29.- Lecciones de tinieblas – Patrizia Runfola. (una sorpresa llena de melancolía que se pierde en el tiempo y espacio, si encuentro algo más de Runfola seguro me lo compro)

30.- Los esclavos – Chimal (Alberto Chimal tiene muchos aciertos en este libro, me agrada que es directo, no abusa de las palabras ni las descripciones, no toma el camino fácil de la literatura contemporánea en México, tan cargante de juegas y lenguaje vulgar "por atrevidas e incitadoras" que puedan llegar a ser, sin embargo para mi no fue suficiente, necesitaba más, más mugre, más cochinada, más sexo, y será cargante mi comentario, pero después de leer a Pilar y Jelinek, Chimal tiene algo de recato para mí). 

31.- El mortal inmortal y otros cuentos – Mary Shelly

32.- La casa junto al río – Elena Garro (lo primero que he leído de la Garro y me lancé por más a las librerías, ya les contaré de lo que me fui encontrando)

33.- Arcano 13, cuentos crueles – Pilar Pedraza (en esta compilación se encuentra uno de mis textos favoritos de Pilar, la novela corta "Las novias inmóviles", empecé a leerlo y no pude soltarlo, es de lo más apasionante que me pasó en el año, el libro es caro aquí en México pero vale cada una de sus páginas. Se aprecia cómo Pilar lleva toda su teoría y conocimiento a la práctica, a sus novelas, y esa es unas de las cosas que más me inspiran de ella). 

34.- Confesiones de una máscara – Mishima (Mishima es necesario para toda jota, y más esta novela ¡FIN!).

35.- Tarántula – Thierry Joquet (novela en la que se basó la película "La piel que habito", tiene su toque mórbido pero no tan perverso como la historia del filme, igual lo leí en un par de días).

                                           

36.- Las cenizas de Ángela – Frank McCourt (reservando tiempo para leer la segunda parte, me encanta el espíritu de denuncia con el que carga McCourt en esta novela).

37.- Una muerte muy dulce – Simone de Beauvoir (la muerte llegó a mi vida con dos personas conocidas pero no tan cercanas, me pareció necesario leerme estas memorias de Simone) 

38.- Nada –Janne Teller ("Nada" llegó justo cuando me estaba enamorando de un chico y no quería creerlo, "Nada" terminó cuando me estaba desenamorando del chico y me ayudó a no dramatizarlo).

39.- La renuncia – Edith Wharton (Wharton es otra de mis maestras y escritoras predilectas, en esta novela carga con una gran melancolía así como una aguda observación de la sociedad que le rodeaba).

                                   


40.- Material de lectura, poesía – Rosario Castellanos (una pequeña compilación, casi embarrada de los poemas de Castellanos, después de leer este librito, casi folleto, me senté a leer "Poesía no eres tú", otra recopilación más grande de poemas, no la agrego a la lista porque no terminé el libro, pero pongo este como representación de Castellanos, otra de mis grandes).

41.- Retorno a Brideshead – Evelyn Waugh (con esta, "La renuncia", "Las horas" y "Los restos del día" llegué al punto álgido de la melancolía literaria en el año) 

42.- Lucifer  circus – Pilar Pedraza (la última novela de Pilar es una delicia porque contiene todos los temas que ha ido tratando en sus trabajos anteriores, sin embargo el final no me convenció, pero quizá sea su relato más cargado y demandante en cuanto a creación de imágenes, elegante y perversa, seductora, es una novela de personajes y situaciones).


                                   

43.- Las horas – Michael Cunningham (mi ser pedía leer por tercera vez este libro, me ayudó a iniciar mi próximo trabajo de ficción, la disfruté como nunca, no sé, siempre tiene algo nuevo que me seduce).

44.- Melodrama – Luis Zapata (a Zapata lo empecé a leer este año, más que nada por su novela "El vampiro de la colonia Roma", que aún no compro... ¡JA! irónica la cosa, lo sé, pero me encontré dos novelas en un libro: "Melodrama" y "De pétalos perennes", amenas pero aún sigo esperando más de Zapata) 

45.- El caballero de la armadura oxidada – Robert Fister (este lo leí porque le comenté a mi abuela que no lo había hecho y me lo prestó. Como es referente de muchos lectores ávidos y no tan ávidos me lo receté. Lleno de buenas intenciones... no sé qué opinar de él... lindo aunque es de autoayuda y es de manual, un par de horas nacha).

46.- De pétalos perennes – Luis Zapata (crudo, cruel, pero me agradó, exagerado en algún momento, certero en otros)

47.- Los restos del día – Kazuko Ishiguro (una de las novelas más melancólicas del año, triste, nostálgica y a momentos cruel, Ishiguro borda una historia sólida sustentada en personajes entrañables que en el intento de ser distantes logran que nos apeguemos más a ellos).

Como verán, no llegué a los 50 libros. Incompletos se quedaron:

-"México profundo"- Bonfil Batalla (por ahí de la tercera parte del libro decidí dejarlo de lado, me engañé e inicié otro pero jamás retomé este. Me pareció reiterativo, quizá porque en aquel entonces tomé la asignatura de "Historia del arte latinoamericano del siglo XX" y me llené de cosas nacionales y latinas en general, sobre todo acerca de la colonización, lo prehispánico, el eurpcentrismo, etc.)

-"La colmena"-  Camilo Cela (años que deseaba leer esta novela, y aún lo deseo, pero igual la interrumpí por leer otro libro, que estoy seguro debió ser alguno de Pilar, porque recuerdo me apasionaba leer el otro. Cela tiene muchos personajes en esta novela, me costó trabajo llevarle el ritmo, llegué a las primeras cincuenta páginas... o más, no recuerdo)

-"La sabiduría de las putas"- Elizabeth Pisani (no sé por qué lo dejé, fue de mis lecturas favoritas y por ahora va a la mitad. Quizá me intoxiqué un poco de tanto SIDA que se cita en el texto y preferí irme por la ficción. Es un ensayo políticamente incorrecto pero honesto, Pisani habla de procesos y sistemas biopolíticos complicados con una facilidad envidiable, también los explica de forma amena. Lo retomo ahora en el 2013).

                               

-"Homosexualidad, derrumbe de mitos y falacias"- Juan Luis Álvarez-Gayou Jurgenson (es cortito, muy pequeño y no llega ni a cien páginas, es bastante básico, lo compré pensando que me ofrecería más, y de cierto modo me dio unos apuntes clínicos sobre la historia de la homosexualidad y cómo se creía una patología. Un ensayo médico que no estigmatiza, sino todo lo contrario, sin embargo no va más allá. Lo termino ahora en el 2013, me han de quedar menos de veinte paginas).

-"La palabra disfrazada de carne"- Elfriede Jelinek (libro de ensayos de una de mis escritoras favoritas, lo empecé a leer con mucho interés, pero lo dejé a medias cuando llegué a un ensayo sobre la película "Alien", decidí continuar al libro hasta que viera la película. Esta semana lo hice y ahora continúo con el libro (la película me la regaló mi hermana en navidad), igual me lo voy leyendo a sorbos, Jelinek es intensa y en muchas ocasiones no sé qué me dice y debo releer hasta entenderla, también es de lo mejor que me pasó en el año, ahora lo sigo leyendo).

-Antología de poemas- Lorca
-Poesía no eres tú - Rosario Castellanos
-Antología de poemas- Sylvia Plath (estos me los he ido leyendo de poco en poco, no soy de leerme un libro entero de poesía de tajo, no los considero incompletos, sólo en proceso).

Como verán faltó algo de Virginia Woolf, todo un año sin ella, aparece en "Las horas", textos suyos incluso, pero aún así faltó un libro entero de ella.

Los libros del año 2012, fue un buen año :)

domingo, 13 de enero de 2013

Y Bowie canta


Mientras Bowie canta "Space Oddity" para calmar mis nervios, decido retomar el blog. Debo tranquilizarme porque otra vez eché un vistazo a los libros, las películas y la ropa, todo desordenado, cosas por ver y leer, y yo sin tiempo aún para respirar.

Diciembre fue surreal, casi como una película de Buñuel, me viene a la cabeza "Susana, carne y demonio", la tesis del filme es la ironía sobre los finales felices tan inverosímiles como rentables, ahí donde se quita un elemento (en este caso es Susana, la chica que viene a desequilibrar la feliz vida de una familia acomodada) y todo vuelve a la normalidad.

En mi caso no regresé a la normalidad. Lo normal no me encaja ahora, porque eso significaría volver a la melancolía, y ahora estoy feliz. Se escribe fácil, lo pienso, pero no sé si ha sido realmente sencillo o difícil, como si existiera un proceso para llegar a la felicidad. Supongo que no llegas a ella, esta sencillamente te atrapa y disfrutas del momento.

Mi mayor defecto es pensar en todo y actuar poco, ahora sólo me dedico a sentir más.

Terminó noviembre, y como si se tratara de la Susana que se va, diciembre se pintó por sí mismo como algo tranquilo, después excitante y feliz. Cosas como leer a Anaïs Nin o conseguir un nuevo libro de Jelinek pueden hacer la diferencia. Mucho me afectó el que una de mis mejores amigas se casara (de recordarlo me inmunda una felicidad inmensa, sigo sin comprenderlo, pero abuso de la emoción y el recuerdo), Bowie sacó nueva canción (eso fue apenas en enero, pero me derretí al saberlo), mi relación con mi padre ha mejorado (aquí sí, tampoco lo entiendo, los dos cambiamos de actitud y me agrada) y disfruté de estar al lado de mi familia en navidad.

Recibí bellísimos regalos, sobre todo de mi hermana que me dio un libro de Lipovetsky y agradecí enormemente a mi familia por darme ropa y "vestir a este pobre escritor" (en verdad que eso dije). No entiendo del todo mi felicidad y estabilidad (sobre todo emocional y respecto a los hombres en mi vida), sigo sin trabajo, mis proyectos no prosperan y todo por lo que "luché" el año pasado terminó mal, incluidos los intentos de relaciones con varios chicos. La cuestión es que la situación no cambió, cambié yo.

Dicen que renovar las cosas físicas y exteriores ayuda, puede ser que funcionó el mover los libros (y los muebles) en la habitación propia y sentarme a ver las temporadas de Daria sin mayor intención que sentirme como un adolescente inadaptado al que no le importa sentirse inadaptado, y eso que ya voy por los 24 años.

También me conseguí más música, por aquí ya ronda la mitad de la discografía de Bowie, los Velvet, Blondie, No doubt, pronto vendrá T-Rex, estoy seguro. Y un nuevo corte de cabello me puso en el mapa de los chicos otra vez.

Pero si de chicos he de hablar, sólo puedo mencionar a uno y ese es mi novio, Jonny. Lo conocí la última semana de diciembre y no quería tomármelo en serio; más que sentirme lastimado me creía desinteresado, y lo estaba, ¿por qué no confesarlo? por primera vez en mucho tiempo los chicos no me interesaban más que como un medio de diversión y sexo, no buscaba nada, pero como la felicidad, te pesca y te busca.


Me siento correspondido por mi pareja, en mucho tiempo que no me pasaba esto con un chico, me encanta su personalidad, sobre todo su sentido del humor, la energía que tiene y la decisión que carga, sin embargo estos son sólo esbozos de su totalidad, me gusta porque es él y nadie más. Me gusta que sea él.